El impacto de la desinformación en la industria cuántica

Alan Baratz, director ejecutivo de D-Wave , una de las empresas pioneras en el desarrollo de la computación cuántica, ha expresado su preocupación por la difusión de información errónea en este sector emergente. Con una trayectoria consolidada en tecnología, Baratz ha liderado el avance de los sistemas cuánticos, enfrentándose a escepticismos sobre su viabilidad en el corto plazo. En un momento clave para la industria, con 2025 marcado como el año de construcción del mayor ordenador cuántico hasta la fecha, Baratz ha alzado la voz para frenar la desinformación que, según él, podría afectar gravemente el crecimiento del sector.

Las palabras que sacuden el mercado

La computación cuántica es una de las tecnologías más revolucionarias de los últimos tiempos, pero su desarrollo sigue siendo un desafío. En este contexto, Baratz ha intervenido tras la polémica generada por declaraciones de Jensen Huang , CEO de NVIDIA , quien en enero de este año afirmó que la computación cuántica no sería "muy útil" en los próximos 15 a 30 años. Estas palabras generaron inestabilidad en el mercado, afectando las acciones de diversas empresas cuánticas, incluidas D-Wave, Rigetti Computing, IonQ y Quantum Computing Inc.

"La industria de la computación cuántica aún está en una etapa temprana, y los inversores buscan cualquier información que les ayude a tomar decisiones. Sin embargo, a veces la desinformación puede propagarse y afectar de manera negativa el rumbo del sector", advirtió Baratz.

El impacto fue tan significativo que NVIDIA se vio obligada a replantear su postura y, como respuesta, organizó su primer "Quantum Day" en la conferencia GTC 2025 , un evento al que Baratz ha sido invitado personalmente por Huang.

¿Hacia dónde se dirige la computación cuántica?

El comentario de Huang plantea una preocupación válida: si el CEO de una de las compañías tecnológicas más influyentes del mundo sostiene que la computación cuántica tardará décadas en ser útil, es posible que tenga acceso a información privilegiada. No obstante, Baratz sostiene que existe una gran brecha entre la percepción pública y la realidad de los avances en este campo. Mientras algunos ven la computación cuántica como una promesa a largo plazo, empresas como D-Wave ya han logrado aplicaciones prácticas en sectores clave como la optimización de cadenas de suministro, el descubrimiento de fármacos y el análisis financiero.

En este escenario de incertidumbre, Baratz enfatiza la necesidad de una comunicación más precisa y transparente sobre los avances de la computación cuántica. Con actores clave como China marcando hitos en el sector, es fundamental que el público y los inversores tengan información clara sobre el verdadero estado de esta tecnología y su impacto en el futuro.

Conclusión

A medida que la computación cuántica sigue evolucionando, es imprescindible evitar la propagación de información errónea que pueda ralentizar su desarrollo. La postura de Baratz resalta la importancia de una discusión basada en hechos y avances concretos para asegurar que esta innovadora tecnología continúe su camino hacia la transformación de múltiples industrias.