China ha condenado enérgicamente la reciente incursión de un destructor japonés en sus aguas territoriales, acusando a Japón de violar su soberanía. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Lin Jian, declaró en una conferencia de prensa que cualquier paso de naves militares extranjeras por aguas chinas requiere la aprobación de Pekín. Sin dicho permiso, China "toma las medidas correspondientes, ajustadas a sus regulaciones y legislación".

Protesta Formal y Exigencia de Investigación

Lin Jian informó que China ha presentado protestas formales a Japón a través de canales diplomáticos y que el país nipón ha ofrecido una explicación preliminar, atribuyendo el incidente a un "error técnico". China ha solicitado una "investigación exhaustiva" por parte de Japón y ha exigido garantías de que tales incidentes no se repitan en el futuro, afirmó el portavoz.

Japón Alega "Error de Procedimiento"

Medios japoneses reportaron que un destructor de la Fuerza Marítima de Autodefensa de Japón ingresó la semana pasada en aguas territoriales chinas frente a la provincia oriental de Zhejiang, a pesar de las repetidas advertencias de los barcos chinos.

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El buque Suzutsuki, que estaba en una misión de vigilancia de maniobras militares chinas en alta mar, entró en aguas chinas el pasado 4 de julio debido a un "error de procedimiento", según informaron fuentes diplomáticas a la agencia japonesa de noticias Kyodo.

Japón Invoca el Derecho al "Paso Inocente"

El incidente, considerado poco habitual, involucra a un buque japonés en un contexto donde Japón ha estado denunciando durante años el incremento de aproximaciones e incursiones de barcos chinos en sus aguas territoriales, especialmente alrededor de las islas Senkaku, administradas por Tokio pero reclamadas por Pekín, que las denomina Diaoyu.

Japón argumenta que la incursión no violó la normativa internacional, amparándose en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que reconoce el derecho al "paso inocente" de barcos por aguas territoriales de otro Estado, siempre y cuando no comprometan su seguridad.

Consecuencias y Perspectivas

Este incidente subraya las tensiones en la región del Mar de China Oriental y destaca la necesidad de un diálogo diplomático continuo para evitar malentendidos que puedan escalar en conflictos mayores. Tanto China como Japón deben trabajar en conjunto para asegurar la estabilidad y la seguridad en sus respectivas zonas marítimas.