"Compromiso internacional liderado por Estados Unidos para identificar y enjuiciar a los ciberdelincuentes detrás de LockBit"

Estados Unidos imputa al presunto creador, desarrollador y administrador del programa malicioso LockBit, el ruso Dimitry Yuryevich Khoroshev, y ofrece una recompensa de hasta 10 millones de dólares por información que conduzca a su arresto y/o condena.

El acusado enfrenta 26 cargos en Nueva Jersey por ser considerado responsable de un grupo que, según indicó el Departamento de Justicia en un comunicado, atacó a más de 2.500 víctimas en al menos 120 países, incluidas 1.800 en Estados Unidos.

Entre los afectados se encuentran personas, pequeñas empresas, multinacionales, hospitales, escuelas, organizaciones sin ánimo de lucro y agencias gubernamentales y policiales del país.

Según la nota, Khoroshev y sus socios obtuvieron al menos 500 millones de dólares en rescates de sus víctimas y causaron pérdidas por miles de millones de dólares.

El acta de acusación citada por el Departamento de Justicia señala que Khoroshev solía quedarse con el 20 % de cada rescate.

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Fraude electrónico

En Estados Unidos, se le imputan varios cargos, incluyendo conspiración para cometer fraude, extorsión y actividades relacionadas con ordenadores, así como conspiración para cometer fraude electrónico o extorsión en relación con daños a un ordenador protegido. En total, estos cargos podrían acarrearle una pena máxima de 185 años de cárcel. Cada uno de los 26 cargos en su contra también conlleva una multa máxima de 250.000 dólares.

La acusación presentada este martes se suma a las recibidas previamente por otros cinco integrantes de LockBit entre noviembre de 2022 y febrero pasado.

El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, indicó en otro comunicado que la imputación va acompañada de una recompensa de hasta 10 millones de dólares por información que conduzca a su arresto y/o condena por su participación en esa conspiración.

Esta última acusación subraya el compromiso de Estados Unidos y sus socios internacionales para identificar a los ciberdelincuentes detrás de LockBit y llevarlos ante la Justicia.