Australia está marcando un hito en la defensa marítima con el desarrollo del submarino "Ghost Shark" o "Tiburón Fantasma", un proyecto ambicioso que refleja el aumento en la inversión en tecnologías de defensa. Bajo la administración del Primer Ministro Anthony Albanese, Australia está elevando su presupuesto en defensa para minimizar cualquier amenaza externa, en un momento en que su poder militar busca modernizarse significativamente.

El "Tiburón Fantasma" es un submarino autónomo diseñado para evadir la detección radar enemiga, consolidándose como una de las innovaciones más destacadas en el arsenal militar australiano. Según el Ministerio de Defensa, este vehículo submarino no solo cumplirá misiones de vigilancia sino que también reforzará la seguridad nacional con su tecnología avanzada.

El proyecto ha congregado a 42 compañías, lo que indica un impulso considerable para la industria de defensa del país. Este submarino se caracteriza por su operatividad autónoma, gracias a un sofisticado sistema de sensores y controles que permite realizar trayectos largos sin tripulación. Esta característica le otorga una ventaja única sobre los modelos existentes, permitiéndole operar discretamente detrás de las líneas enemigas.

El "Tiburón Fantasma" no es solo una adición a la flota militar, sino una parte crucial de un plan más amplio del Ministerio de Defensa que pretende invertir hasta 7,200 millones de dólares en la próxima década para actualizar sus capacidades en guerra submarina. Este plan no solo modernizará la flota existente, sino que también colocará a Australia en una posición privilegiada en términos de tecnología militar submarina.

A diferencia del submarino casero "Titán", el "Tiburón Fantasma" incorpora medidas de seguridad de última generación, posicionándose como un pionero en la exploración y operaciones a profundidades oceánicas considerables. Su desarrollo todavía está en curso y sus capacidades específicas serán definidas más adelante en su construcción.

En suma, el "Tiburón Fantasma" no es un simple vehículo más en el mercado; es un proyecto de ingeniería defensiva que podría cambiar radicalmente el panorama de la guerra submarina, proyectando a Australia como un líder en innovación militar y tecnológica.